Tomillo (Thyme): el médico del jardín

Tomillo (Thyme): el médico del jardín

El clásico tomillo (Thymus vulgaris), usado desde antiguo en las cocinas de nuestras abuelas, es originario de la cuenca mediterránea y se reparte en más de trescientas especies. En la actualidad crece por todo el mundo; por eso sus principios activos pueden variar y existen diferentes quimiotipos, como el linalol o el timol, en función del componente que predomine. Se trata de una planta de unos 30 cm de altura, de tallos con pequeñas y aromáticas hojas de un verde oscuro y florecillas malva. El aroma de las hojas puede variar, desde un perfume que evoca al limón hasta una nota de alcaravea o naranja.

El aceite esencial se extrae por destilación de las hojas y las flores.

De consistencia viscosa y grasa, es incoloro y su aroma es idéntico al de la planta, pero mucho más intenso. Deben evitarlo las personas con estreñimiento crónico, ya que es también un aceite muy astringente. También lo evitarán las personas con problemas digestivos tipo hernia de hiato, mujeres embarazadas, lactantes y bebés (pero se puede utilizar en caso de infecciones infantiles).

Por su poder bactericida y antiséptico natural se utiliza como ingrediente en infinitas formulas magistrales.

Como se sabe, el tomillo actúa como un antibiótico natural tanto en caso de resfriado, o un problema de infección bucal, como si se trata de una infección urinaria. Toda la planta en infusión nos ayudará a fortalecer nuestro sistema inmunitario.

  • En cosmética. También es un excelente regenerador de la piel. Mezclado con algún aceite portador, en cosmética será de gran ayuda en pieles con acné, evitando granos y desagradables forúnculos a personas propensas a generar grasa estancada, por su gran poder desinfectante.

 

En la cocina

Es un aceite de intenso sabor, resultado de la destilación de la planta a baja temperatura, yo lo uso solo en recetas muy concretas, como en un guisado cuando ya hemos apagado el fuego, ya que con una alta temperatura perderíamos sus propiedades terapéuticas.

  • Una gota. Al ser un aceite tan intenso añadiremos una sola gota, o mejor todavía: podemos tener una aceitera con 200 ml de aceite y aromatizar nuestras salsas, guisos de legumbres, arroces y rustidos con este aceite.

Una buena opción es untar un palillo con una gota de aceite esencial y sumergirla en el asado para que impregne todo el resultado de una forma homogénea.

Crema de verduras al aroma de tomillo

Crema de verduras al aroma de tomillo

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